Jim y Lindsay son una pareja nómada de viajes lentos, un estilo de vida que a muchos de nosotros nos encantaría tener. Trabajan en línea viviendo en diferentes países de Asia y América
Jim y Lindsay son una pareja nómada de viajes lentos, un estilo de vida que a muchos de nosotros nos encantaría tener. Trabajan en línea viviendo en diferentes países de Asia y América. Disfrutan de estar inmersos en la cultura de cada país en el que han vivido y viajado. Para ellos era muy importante tener la esencia de Puerto Vallarta en cada aspecto de su boda, y así lo hicimos.
La sorpresa de la boda para los invitados fue el tradicional mariachi en la hora del cóctel después de la ceremonia, pero la mejor parte llegó cuando Jim cantó junto con ellos una canción en español para Lindsay, que estaba deslumbrado. Sin duda, un momento encantador que nunca olvidarán. Para la fiesta, cubrimos la pared trasera de la zona de baile con luces tipo lluvia, que tienen iluminación muy especial y traen dentro un poco de las luces del puerto. Como un pequeño regalo mío, les hice un tequila de autoservicio y una barra de mezcal. Con platos tradicionales de barro rellenos de rodajas de naranja y limón, “chilito” (polvo de pimienta roja), sal, y los tradicionales tequileros de barro junto con el marco que contenía el “cómo” como en el verdadero estilo mexicano.